domingo, 28 de octubre de 2018

El principio de la sabiduría


El principio de la sabiduría
Decíamos que no es lo mismo y existe una enorme diferencia entre los términos temor a… y temor de…, y en tal sentido, Proverbios 1:7 (y 9:10), no por casualidad sino por inspiración de Dios, expresamente dice: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”, ratificándose ello nuevamente ello en Salmos 19:9 “El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre”; Salmos 34:11 “Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré”; Salmos 110:11 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”; Proverbios 2:5 “Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios”; Proverbios 8:13 “El temor de Jehová es aborrecer el mal”, Proverbios 10:27 “El temor de Jehová aumentará los días”, Proverbios 14:26: “En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos”, y en otros versículos más, como Proverbios 14:27, 15:16, 15:33, 16:6, 19:23, 22:4, 23:17, 29:25.
Isaías también refiere sobre ello en su libro, capítulo 11, versículo 3, 14:3, 33:6, y en Hechos 9:31, entre otros más.

A diferencia entonces de tener miedo, más bien lo que aquí nos indica es que podemos tener una relación con nuestro Padre Celestial, quien nos da el trato de hijos, y por supuesto, todo hijo debe amor, respeto, honra y reverencia a su padre.

En 1 Juan 4:18 se explica mejor esta relación y dice “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”, y en la Nueva Traducción Viviente se lee así: “En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios”.

Para ser sabios, necesitamos primeramente amar a Dios, que es el primer mandamiento, amar a nuestro prójimo, que es el segundo mandamiento, y diremos luego, que en esa sabiduría tenemos el temor de Dios, pues aborrecemos el mal.

Sabías que
“El amor perfecto expulsa todo temor”.

Padre amado, enséñame de tu amor, de tu misericordia, quita todo miedo, pues confiadamente quiero habitar en tu presencia, amén.

¡Bendiciones!!!!










                                                  «EN LA BARCA»
                                                http://enlabarka.blogspot.com
Dios bendiga a Paraguay

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