Cuando Dios protege
Es importante comprender que Dios tiene un plan y propósito para nuestras vidas, que no estamos aquí al alzar o por la ocurrencia de alguien, sino por el contrario, hemos estado en los planes del Padre Celestial incluso antes de la fundación del mundo.
En Efesios 1:4 encontramos justamente eso, pues dice: "según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él".
Ahora, ocurre que nosotros nos separamos de Dios y lógicamente su plan no puede desarrollarse como debiera en nuestras vidas. Demos un pequeño ejemplo de esto, el plan divino del Creador fue que Adán y Eva vivieran en el paraíso, que disfrutaran sus días allí, señoreando la tierra.
Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra (Génesis 1:28)
Pero, y todos conocemos la historia, Adán pecó, es decir se apartó de los planes de Dios, por lo que fue echado del huerto.
El apóstol Pablo nos exhorta a ponernos toda la armadura de Dios para que podamos hacer frente a las artimañas del diablo (Efesios 6:11), pues así como engaño en el huerto del Edén, hoy procura exactamente lo mismo con nosotros, para desorientarnos, para desviarnos de nuestro propósito y quedarnos sin las bendiciones y la protección de Dios.
Que nuestra oración diaria sea, Señor tu eres mi refugio, como lo cantaba el Rey David.
Tu eres mi refugio; tú me proteges del peligro y me rodearás con cánticos de liberación
Salmos 32:7
Cuando caminamos con Dios, como lo hizo Enoc, podemos estar seguros que seguimos su propósito y de ese modo su cobertura está sobre nosotros, sobre nuestras familias e incluso sobre nuestra descendencia, hasta mil generaciones. El secreto es seguir en obediencia los pasos de Jesús, lo que no significa que dejarán de existir pruebas y tormentas. Cristo mismo, siguió al pie de la letra el plan de su Padre y ello le representó la muerte, y muerte de cruz. Pero fue obediente hasta lo último, para la gloria de Dios, para obtener la victoria y redimirnos a nosotros, que estábamos perdidos.
Entonces, cuando Dios nos protege estaremos posiblemente afrontando tormentas, pero de seguro, nuestro gozo no menguará, nuestro amor se multiplicará, nuestra paciencia se aumentará al igual que nuestra fe y confianza en el Dios vivo. El secreto es la obediencia.
Caminó, pues Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios
Génesis 5:24
Y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla...
Filipenses 2:8-10
¡Bendiciones!!!!
«EN LA BARCA»
Dios bendiga a Paraguay
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