jueves, 4 de octubre de 2018

El amor perfecto de Dios


El amor perfecto de Dios

La palabra enseña que existen tres tipos o clases de amor, a saber: el amor eros, el amor fileo y el amor ágape, éste último es el amor incondicional, es el amor de Dios, es el amor que da sin pedir nada a cambio.
Este amor perfecto de Dios está manifestado plenamente en el plan de salvación del hombre, cuando nuestro Dios Eterno envió a su único hijo para que nos salvara, entregando su vida por nosotros en propiciación de nuestros pecados. Este acto de amor fue por todos y por cada uno, no importando el sexo, el color de piel, las creencias o ideologías, e incluso por aquellos que lo niegan, que lo rechazan o que sencillamente quieren aparentar que no saben nada de Dios.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Nosotros somos el reflejo de ese amor, del amor de Dios y Dios es amor, y dado que su Espíritu mora en nosotros, debemos irradiar ese amor perfecto en nuestras vidas, en nuestro entorno, hacia nuestro prójimo, aun cuando el de al lado sea nuestro cónyuge o mejor dicho, principalmente con nuestro cónyuge, para quienes ya están casados. Debemos manifestarle nuestro amor a todo aquel que esté cercano a nosotros y también a aquellos que ni conocemos, e incluso, debemos amar a nuestros enemigos.
Dios es amor
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
(I JUAN 4:7-9)

Hoy es tu oportunidad de demostrar tu amor a otros. En el lugar dónde te encuentres, en tu trabajo, en
la oficina, en la calle, en el tránsito diario pues maneja con Cristo Jesús, respetando las señales de tránsito, siendo más condescendientes, más amable, demuestra tu amabilidad, deja pasar al peatón, no te adelantes indebidamente, en fin, tantas maneras que tenemos de demostrar nuestro amor. Con nuestros familiares, toma el teléfono y comunícate con tu mamá, con tu papá, habla con ellos, no importa de qué, pero demuéstrales el afecto que se merecen, con tus hijos, con tu suegro o suegra, con el vecino, con cualquier persona con quien tengas la oportunidad hoy de cruzarte y mírale a esa persona con los ojos de Cristo Jesús, con misericordia, colocándote en sus zapatos en empatía.

En estos momentos muchas personas están pasando por dificultades y tormentas de diferentes índoles, ya sea económicas, familiares, de salud, entre otras circunstancias adversas, y tú tienes la gracia de que el Padre Celestial te ha bendecido tanto, pues comparte lo que tienes con aquellos que a veces tan solo necesitan un abrazo, una palabra de aliento, un poco del amor perfecto de Dios.

Te animo a que añadas valor a las personas, a que seas de transcendencia para los demás, a que puedas infundirles aliento y esperanza, a que demuestres que Cristo Jesús habita en tu corazón. Solo uno puede dar de lo que tiene. Si no tienes al Señor en tu corazón, pues difícilmente puedas darles a otros del amor perfecto de Dios. Ama, ama a Dios por sobre todas las cosas, y el segundo mandamiento es que ames a tu prójimo como a ti mismo.
¡Bendiciones!!!!


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