Cristo nuestro Señor y Salvador
Descubrí que tendemos a alejarnos de Dios, a medida que encontramos en el mundo más reconocimientos hacia nuestra persona, por títulos de diversas índoles, o por la fama dada por ciertas actividades deportivas o musicales, o por méritos, o por alguna otra cuestión que genera en nuestra persona la falta razón de que no necesitamos del Creador, que podemos andar bien sin su cobertura y protección y bueno, que somos autosuficientes.
El ser humano tiene una necesidad inexplicable de buscar a su Creador, al Todopoderoso, pero la aplaca a medida que encuentra otras razones para su existencia, meros paliativos que finalmente no son eternos sino temporales, no son significativos sino vacíos, y en muchas ocasiones terminan rápidamente, como el dinero de un famoso, como la misma fama de algún personaje televisivo, como otras cosas que tienen corta duración, o como máximo la vida de esa persona, pero no son de la eternidad. En Santiago 4:13-14, leemos:
13 !!Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
Nuestro Padre, el buen pastor, nos llama a reconciliarnos con Él, a formar parte de su familia, de su grey. Y para ello, necesitamos conocer su plan y propósito en nuestras vidas, el que inició ya hace muchos, muchos años atrás, con la venida de su Hijo (Juan 3:16), quien caminó en la tierra predicando y proclamando el evangelio y fue crucificado siendo justo y sin pecado, pero ese sacrificio fue por nosotros (1 Juan 2:2), y resucitó al tercer día (1 Corintios 15:4, 1 Tesalonicenses 1:10), despojando a la muerte de las llaves del abismo (Apocalipsis 1:18), y hoy mora junto al Padre Celestial en gloria (Efesios 1:20).
Éste es nuestros Señor Cristo Jesús, quien padeció por nosotros aquí en la tierra, predicó el evangelio y enseñó, sanando a los enfermos y mostrándonos con su ejemplo cómo es la vida de un cristiano. Finalmente, la salvación viene a cada persona que reconoce que Jesús es su Señor y Salvador, se niega a sí mismo, y como dice el apóstol Pablo, "con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20).
Si quieres recibir a Jesús como tu Señor y Salvador, solamente debes hacer esta pequeña oración, diciendo: Señor Jesús, reconozco que soy pecador, que he cometido faltas contra ti y contra mis familiares y amigos; hoy me arrepiento de todos mis pecados, me arrepiento de haber hecho el mal, de no haber escuchado tu palabra, de haberme burlado, mentido, de haber cometido actos que te desagradan, pero ahora, te ruego perdones todos mis pecados e iniquidades, limpia mi corazón y dame una nueva oportunidad, para cambiar, para servirte y adorarte, para nacer de nuevo, como dice tu palabra, con un corazón renovado; Jesús, te reconozco como mi Señor y Salvador, permanece en mí y yo en ti, y anota mi nombre en el libro de la vida, enséñame a parecerme más a ti, aumenta mi fe, mi amor y que tu Espíritu Santo me bautice, amén.
Sabías que
“Hay fiesta en el cielo por cada pecador arrepentido”.
Gracias Señor por darme un nuevo corazón, gracias por perdonarme todos mis pecados y por anotar mi nombre en el libro de la vida, amén.
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles (Apocalipsis 3:5)
¡Bendiciones!!!!
«EN LA BARCA»
Dios bendiga a Paraguay
JRW
No hay comentarios:
Publicar un comentario