Salmos 18:2
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Ese es nuestro Dios, poderoso y atento, que está con nosotros en todo momento, guardándonos y protegiéndonos de todo mal.
Ora así, Padre, tú eres mi roca, mi fortaleza, mi alto refugio.
Sabías que:
“Dios es más grande que tus problemas”.
Padre ayúdame a confiar en ti siempre, amén.
«EN LA BARCA»
Dios bendiga a Paraguay
JRW